viernes, 23 de febrero de 2007

Duro regreso

Qué duro es regresar de las vacaciones. Esto puede sonar como una queja de panza llena. Y sí, quizás lo sea pero es lindo creer que todo lo que se imagina, sueña y proyecta durante una breve estadía en un lugar distinto del habitual pueda realizarse (mientras está ahí). Por eso, siempre lo duro es volver.
Justamente la sensación de viaje, esa posibilidad de ser otro por un rato, se acaba con el regreso.
¿Es posible estar en un viaje eterno?
Obviamente no me refiero a la situación real de estar siempre en un lugar distinto (aunque no me niego a la posibilidad de hacerlo!) sino a la sensación de viaje.

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